Directores
Juan Miguel Hernández León
Filippo del Lucchese
Año
2017
Calificación Sobresaliente, cum laude
Premio Extraordinario de Doctorado
Mención de Doctorado Internacional
A partir de los trabajos de Giorgio Agamben en su serie Homo Sacer se parte de una definición de lo político como la posibilidad de acción (o no acción) de un cuerpo. Se empieza por lo tanto desde el individuo, pero indefectiblemente aparece éste vinculado a los otros, y es en esa condición simultánea donde radica su potencial operativo. En su definición está ya el movimiento del cuerpo que le ata con el resto, la acción (o no acción) parte del cuerpo propio, pero en su mismo producirse entreteje la fábrica de lo común.
Se entiende la espacialidad propia del cuerpo como la extensión topológica compleja que toma el mundo sensible a cada momento, reflejando y permitiendo al mismo tiempo los cruces, nudos, intensidades, densidades, proximidades, etc., que conforman la fábrica experiencial en la que se inscribe. Esta espacialidad propia, al entrar en resonancia con otras, produce la espacialidad de lo común, cuya comprensión es el fundamental objetivo de la presente investigación, configurándose además como marco de referencia para nuevas estrategias de intervención en el espacio contemporáneo.
Dicho análisis se realiza a partir de una serie de casos o situaciones de excepción a lo largo de la historia en los que se hace presente el vínculo entre lo político y la conformación de una espacialidad propia y común: el carnaval medieval centroeuropeo como espacio de la ambigüedad, las cours des miracles de París o el camino hacia “El gran encierro”, la expansión colonial y la destrucción del afuera, la segregación norteamericana o la realidad duplicada, y finalmente, los espacios de la post-democracia o mayo del 68 continuado.