Las áreas fluviales se encuentran sin duda entre las áreas territoriales más valiosas de Europa, no solo en términos de su eco-paisaje y uso, sino también culturalmente. Sin embargo, actualmente hay una fuerte reducción en la extensión y un aumento del deterioro de las riberas de los ríos en todo el mundo. Una parte sustancial de las pérdidas y el deterioro están asociadas con la artificialización de los territorios, derivada principalmente de una urbanización poco respetuosa alrededor de estos paisajes. Las riberas urbanas y periurbanas son paisajes en expansión debido al continuo crecimiento de los espacios urbanizados. Por lo tanto, deben ser áreas de consideración preferencial, especialmente en territorios con una marcada tendencia a la sequedad, como el centro de la Península Ibérica.
Este artículo tiene como objetivo contribuir a nuestra comprensión de estos espacios a través del estudio de cuatro casos distintos en el centro de la península, en particular: el río Manzanares que atraviesa la ciudad de Madrid, el río Tajo en Toledo y en Talavera de la Reina, y el río Henares en Guadalajara. Tres de los cuatro cursos de agua urbanos analizados son zonas de especial interés para las aves acuáticas: mantienen una población invernal que varía entre 745 y 1529 aves y proporcionan hospedaje a algunas especies amenazadas a nivel mundial. La densidad de las aves ribereñas también es muy alta durante el invierno: estos valores oscilan entre una media de 141.16 y 240.12 aves / 10 ha. Cabe señalar que la diversidad de este grupo de aves en los estudios de las cuatro regiones también es alta (H> 2.4 nats). El artículo también examina las intervenciones y los criterios de planificación urbana aplicados a estos espacios fluviales urbanos y periurbanos, infiriendo la necesidad de reevaluar la planificación urbana en áreas fluviales para garantizar que sea compatible con su operación, valores y posibles usos.